UNA CURVA EN EL CAMINO

UNA CURVA EN EL CAMINO

Una vez leí que cuando se viaja y nos encontramos con una curva, ésta no es el final del camino a menos que nosotros fallemos al hacer el cruce. Para el tiempo en que leí esos pensamientos no tuve claro el significado de esas palabras, pero ahora con el correr del tiempo y el haber pasado por ciertas experiencias, entiendo perfectamente que es lo que hay detrás de cada palabra.

Así como la naturaleza inexorablemente va cambiando de estaciones, los seres humanos también vamos cambiando al mismo ritmo de las estaciones del mundo natural. Cada estación del año representa alegrías y desafíos; unos, la misma Madre Naturaleza los arregla, pero otros tiene que ser la mano del hombre la que se enfrente a esos retos, sepa sobrevivir y reponerse de ellos.

Algunos cambios tenemos la opción de cómo enfrentarlos; sin embargo al igual que la naturaleza, el ser humano inexorablemente va cambiando cada día que pasa pues no se puede parar la marcha del tiempo; no podemos detener las manecillas del reloj que marca implacablemente los segundos que se convierten en minutos, los minutos en horas y cada 24 horas en un nuevo día.

En cada cambio de nuestras de nuestro viaje por la vida, debemos de tener cuidado que cuando encontramos un obstáculo, un roca y principalmente una curva en el camino, que ésta no se convierta en el final de nuestra jornada, pues de no saber cómo hacer el cruce o ---en otras palabras, de no saber cómo afrontar el cambio---- nuestro vagón irá a parar al fondo del abismo y por lo tanto será el fin del camino.

Hagámonos el propósito de prometernos a nosotros mismos, que cuando lleguen cambios a nuestra vida, principalmente esos que son inevitables pero con opción de reparación, estar abiertos a un cambio positivo, tratar de que si hemos caído como lo hacen las hojas de los árboles en otoño, esforzarnos en volver al árbol con una hoja nueva y fresca para restablecer nuestra vida.

Un grano para el molino

BriznaDpaz (Autor)

Abril 24, 2010