LA ADULACIÓN

LA ADULACIÓN

Adular es un sinónimo de alabar con cierto interés, y adulación es una melodía que endulza nuestros oídos al escuchar las palabras del adulador, es por eso que a veces éste es llamado "meloso"; pues con sus acciones, mimos y palabras logra ganarse no solamente la voluntad y amistad de alguien, si no también obtiene el cariño del que desafortunadamente lo escucha.

Cuando escuchamos comentarios muy favorables a cerca de nuestra persona, al principio es posible que creamos de buena fe que es un halago sano a nuestra persona y no podamos detectar en ese momento cual es realmente el propósito de ellos; sin embargo cuando este fenómeno se repite con mucha frecuencia y hasta en una forma exagerada, tenemos que tener cuidado de no caer en la trampa del adulador, usar nuestra inteligencia y no quedar atrapados en sus redes a causa de nuestra ignorancia al no poder diferenciar entre la lisonja y un elogio bien intencionado, entre la zalamería y un aplauso a un merito obtenido.

Debido a que nuestros sentidos están impregnados por palabras dulces, palabras que llevan el propósito de hacer crecer nuestro ego, esas adulaciones no molesta escucharlas; pero hay que saber que es mejor molestarnos al escuchar verdades y no ser manipulados con un cúmulo de alabanzas interesadas.

Me da pena que en la iconografía la adulación sea representada por unos con la figura de una mujer con abejas produciendo miel rodeada de aguijones y un soplador, y otros con una flauta y un ciervo embelesado escuchando sus melodías. No estoy de acuerdo en que la adulación sea practicada solamente por mujeres queriendo obtener un beneficio, los hombres no deben de ser excluidos porque hay muchos que la usan y nosotras las mujeres caemos en las redes de sus caprichos escuchando el dulce sonidos de sus alabanzas. Interpretando esos iconos se puede decir que la adulación apaga la luz de la razón y enciende el fuego de la pasión.

He leído sobre las mujeres de Leo y siendo yo una de ella me tengo que cuidar de no caer en la trampa de la adulación, somos débiles al reconocimiento externo por lo que personas pueden aprovecharse de nuestra debilidad. Una mujer Leo por naturaleza es generosa y quizá por medio de la adulación puede un aprovechado, obtener favores si han conseguido su simpatía. Estaré muy alerta por si en alguna ocasión se me atraviesa un adulador y con sabiduría poder diferenciar entre "una galantería bien intencionada de una zalamería interesada."

Me quedo con una frase de Jean de la Fontaine: "Todo adulador vive a expensas de quien lo escucha."

Un grano para el molino

BriznaDpaz

Mayo 16, 2010

LIMPIANDO EL ALMA

LIMPIANDO EL ALMA

Pienso que en la vida siempre habrá platos sucios que limpiar en el fregadero, limpiamos platos sucios pero seguimos usando otros que vuelven sucios de nuevo al mismo fregadero. Es una constante limpieza diaria que no se puede dejar en el olvido porque, todo lo que está limpio se ensucia y todo lo que se ensucia se tiene que limpiar de alguna u otra manera. Así como diariamente limpiamos un fregadero en nuestra casa, así podríamos considerar hacerlo en nuestra alma; siempre habrá un plato sucio que tenemos que limpiar para mantener no solamente limpio el cuerpo si no también el alma.

Sería agradable pensar que cuando deseamos limpiar el alma lo hiciéramos de la misma manera que limpiamos nuestra casa, sacando el polvo acumulado de los rincones menos vistos que a veces en nuestra prisa por terminar tan tediosa tarea, no limpiamos esas esquinas y el polvo se acumula.

Limpiar el alma es sacudir el polvo que hemos acumulado durante años por habernos descuidado en hacerlo diariamente o de vez en cuando; lo sucio de nuestra alma no se puede ver si no hasta que nuestras acciones lo demuestran. Muchas veces nuestras palabras no coinciden con los hechos y por más que busquemos justificaciones, lo sucio se puede ver en todos los rincones.

No es "tarea fácil" mantener una casa limpia, el trabajo es agotador, aburrido y lo peor de todo es que nadie nos da crédito por nuestro esfuerzo; lo mismo pasa con la limpieza del alma, como nadie lo puede ver, nadie nos da crédito por ello, pero que mejor satisfacción de saber nosotros que hemos sacudido el polvo y sentirnos limpios. Sentir esa satisfacción de haber limpiado nuestro interior de rencores y ambiciones, sentir la paz que refleja un alma limpia y que se transmite por los poros del rostro y por las ventanas del alma que son los ojos.

Voy a tratar de nos esperar a que el fregadero esté lleno de platos sucios para empezar a limpiarlos; trataré de limpiarlos si no diariamente, por lo menos cuando sienta que el peso de lo sucio se va convirtiendo en algo insoportable de seguir llevando a cuestas. Procuraré no evitar por mucho tiempo "la tediosa tarea de limpiar mi fregadero".

Un grano para el molino

BriznaDpaz  (Autor)
Mayo 15, 2010