INCONFORMIDAD

INCONFORMIDAD

En ocasiones nuestro ánimo está en un estado de vulnerabilidad y deberíamos de permanecer aislados de cualquier contrariedad y más aún de las tragedias que sufre el mundo; sin embargo el hacerlo sería limitar a nuestro espíritu a que no se prepare y sepa defenderse de esas penalidades que tan frecuente están sucediendo a la humanidad.

Hoy, 27 de Febrero del 2010, otro terremoto azota otra zona de nuestro planeta, para ser específica a la nación de Santiago de Chile; al mismo tiempo amenaza a muchas islas de Hawaii con un Tsunami. Cuánta tragedia azota al mundo! No contando las tres guerras que paralelas se libran en el medio Oriente truncando infinidad de vidas, algunas sin haber vivido lo suficiente para poder defenderse.

Y nosotros? Los que creemos que el mundo se acaba porque enfrentamos y luchamos con alguna circunstancia, que si merece considerarse como grave --- todavía hay alguna esperanza de solución--- nos quejamos de lo "poco" que poseemos, sin considerar que ese "poco", para miles de seres sería "muchísimo".

Tragedias y penalidades van marcando nuestra vida; unas para bien otras para mal, pero ya sean buenas o malas, esas experiencias van dejando huellas y cicatrices en nuestro cuerpo y en nuestra alma. Algunas sanarán con el tiempo, otras, nos dejarán su marca para siempre.

Afortunadamente, podíamos aprovechar estas tragedias que abundan por doquier, para ir adquiriendo la sabiduría de poder saltar barreras sin tocarlas; construir puentes que nos trasladen al otro lado del río; saber escoger la semilla y sembrarla en una tierra fértil; y por último con tranquilidad poder decir: "soy feliz, soy un espíritu libre, no deseo más de lo que ya poseo."

Aprendamos a no quejarnos por lo que no tenemos, aprendamos a agradecer por lo que poseemos. Es posible que de esta forma, encontremos nuestra paz interior. Pensemos que nuestro "poco" es "mucho" para otros.

Memorias de BriznaDpaz

Febrero 27, 2010

HIPOCRESIA

HIPOCRESIA

Cuando analizamos el ambiente en que nos desenvolvemos, hay veces que lo que vemos a nuestro alrededor nos da pautas para meditar en nuestro comportamiento como en el de los que nos rodean, especialmente si los sentimientos no están claros y dudamos de nuestras las acciones y las de los demás.

La hipocresía es un arma mortífera que destroza la serenidad de las almas, es el clásico romance entre la verdad y la mentira; entre la sinceridad y la falsedad. No es posible bendecir a Dios y alabar al diablo sin caer en la inconsistencia de nuestras palabras; es no distinguir si lo que decimos sale del corazón o lo fabricamos para quedar bien con el uno y con el otro.

La hipocresía se esconde detrás de falsas acciones y palabras, y el hipócrita termina creyendo que sus acciones son la única verdad de lo que siente; no distingue entre aquello que defiende y en lo que hace. La hipocresía promueve injusticias en nuestra sociedad; impulsa la manipulación y el engaño en agrupaciones y sobretodo, promueve el autoengaño a nosotros mismos.

Creo que la hipocresía es la combinación de la simulación y el disimulo. La primera muestra lo que se desea, en cambio la segunda es lo que se quiere ocultar. Muchas veces decimos que nosotros tenemos cierto derecho de hacer algo, pero al mismo tiempo le negamos tal derecho al otro, a eso le podríamos llamar doble moral; sin embargo, si alguien condena una acción o falta pero por otro lado esta persona la comete, a eso se le llama: HIPOCRESIA.

No hay un ser humano perfecto, la mayoría de nosotros reconocemos que tanto física, espiritual y moralmente, todos tenemos algún desperfecto, unos más marcados que otros; por lo tanto, fallar en reconocer que tenemos un desperfecto y condenar los desperfectos de los demás, no solamente es un autoengaño, es una hipocresía que poco a poco se puede convertir en un vicio de defensa cuando nos enfrentamos a ciertos conflictos de comunicación.

No recuerdo en donde leí una frase y me quedó muy confusa porque decía que algunos que han estudiado la hipocresía, éstos han llegado a la conclusión de que la hipocresía, "es una parte necesaria y benéfica del comportamiento humano y de la sociedad". Quizá inconscientemente recordando ese pasaje es que me puse a reflexionar en la hipocresía. Hasta hoy sigo con la confusión con respecto a que la hipocresía es "beneficiosa y necesaria" para nuestra sociedad. ¿Será?

Por ahora me quedo con esta frase de Jaime Balmes: "El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros".

Un grano para el Molino

BriznaDpaz  (Autor)

Febrero 19, 2010

CAMBIOS

CAMBIOS

Cuando decidimos hacer cambios en nuestra vida, no esperemos que éstos se produzcan rápidamente o que para ello no tengamos que hacer sacrificios. Hay cambios repentinos y otros premeditados.

Cambiar de ruta nos lleva a pensar si el nuevo camino a seguir será el apropiado, si habrá riesgos que podamos superar, si los nuevos compromisos se ajustan a la realidad y si no estamos construyendo castillos en el aire.

El primer desafío que se nos presenta es el de cerrar puertas, no es fácil cerrar lo que por mucho tiempo ha estado abierto. No es fácil dejar atrás lo que antes ha llenado nuestra vida de momentos agradables, pero que ahora no parecen serlo.
No es fácil decirle "NO" a la rutina.

Hacer cambios es abordar nuevos horizontes, es dejar paisajes viejos, buscar un nuevo bosque para descansar, encontrar un nuevo árbol que nos proteja de los rayos del sol, beber de una fuente donde el agua fluya clara y abundantemente. Cambiar es enfrentar algo nuevo que todavía no se ha creado.

Hay cambios que nos vienen de repente sin ningún aviso previo, es entonces que necesitamos de nuestra fe, intuición y valor para actuar de manera adecuada y ajustarnos al cambio. Hay otros, esos cambios que decidimos nosotros mismos, esos que los vamos haciendo de manera gradual y midiendo consecuencias. No importa si los cambios son de repente o premeditados, un cambio no siempre trae felicidad o tranquilidad; por el contrario, es de esperar intranquilidad, especialmente cuando ese cambio nos trae un dolor.

Podríamos decir que hay otro tipo de cambio y es el cambio cotidiano de "nuestra propia vida, de nuestra propia existencia". La vida es un continuo cambio el cual requiere de acciones, reacciones, creaciones, motivaciones, rebeliones, etc. Esos cambios nos toman por sorpresa y nuestra actuación es espontánea, no nos dan tiempo de decidir si esperar o actuar. Lo único que podemos hacer es usar nuestra intuición y actuar de acuerdo con ella.

Hacer cambios es darle un retoque a la rutina, es abordar caminos nuevos que nos conduzcan a mejorar la calidad de vida. Es buscar nuevos ideales, si hemos superado el primer desafío de cerrar puertas; ahora enfrentemos el segundo, empecemos a "vencer el miedo de abrir puertas nuevas".

Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Febrero 08, 2010

LA ESCALERA DEL CRECIMIENTO

LA ESCALERA DEL CRECIMIENTO

Cuando decidimos inicial nuestro crecimiento interior, casi siempre lo tenemos que hacer solos sin ninguna compañía de amigos y familiares. Es una decisión individual y si nuestro compañero (novio, esposo, pareja, amigo) no siente la misma inclinación de empezar ese camino, es entonces cuando nuestra relación empieza a deteriorarse, ya que cada escalón que nosotros subamos, si él no lo sigue, los escalones nos irán separando hasta que nos perdamos el uno al otro completamente.

Mientras dos están en el mismo nivel de la escalera, todo es magnífico y disfrutable, caminan tomados de las manos, todo parece perfecto hasta que llegó el día en que uno de ellos decidió escalar el primer peldaño de su crecimiento personal y el otro se negó a hacerlo. Un escalón no hace mucha diferencia, por lo tanto todavía podían seguir caminando juntos tomados de las manos. Pero…., ¿Qué pasa si el otro decide escalar un peldaño más? Sencillamente las manos se empiezan a estirar un poco y no es cómodo sostenerse con las puntas de los dedos. Si el otro no hace el esfuerzo o no está preparado y decidido a subir aunque sea el primer escalón; imposible sostener las manos unidad, la ruptura es inevitable ya que no creo que alguien que haya iniciado su propio crecimiento, quiera descender sin haber llegado al final.

El amor nos hace ceder a veces, por no perder a la persona amada llegamos a descender por lo menos un peldaño de los que ya habíamos escalado para ver si con eso le damos el impulso a seguirnos. Si descendemos y vemos que nuestro esfuerzo no sirvió de nada y que no podemos seguir sosteniéndonos con las puntas de los dedos; debemos de entender que aunque nos duela la ruptura, no queda otra alternativa que quedarnos solos, no podemos seguir descendiendo, nuestro propósito es crecer, crecer y no descender.

Se tiene que entender que el camino al crecimiento interior es un proceso personal e individual. No se puede hacer en grupo y mucho menos, forzar a otro a que lo inicie. Es por eso que cuando emprendemos este camino, es inevitable que nos quedemos solos.

La vida da muchas vueltas, quizá con el tiempo nos encontremos en la escalera con esa misma persona que al quedarse sola, comprendió que tenía que empezar a encontrar su propio crecimiento, es posible que hasta avance más que nosotros; si esa relación fue sincera y verdadera, posiblemente volvamos a tomarnos las manos y juntos, sigamos subiendo la escalera de nuestro crecimiento.

Quedarnos solos por un tiempo a veces nos hace accionar lo que en compañía no podíamos. Subir con otro la escalera mágica del crecimiento, da mucha satisfacción.

Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Febrero 07, 2010