EL PODER DE LA NATURALEZA
Hace pocos años atrás terminamos un año con el grandioso desastre de un tsunami, hoy al principio de este nuevo año, la naturaleza nos demuestra una vez más su poder; un poder que hasta el día de hoy, ---por más avances que tenga el conocimiento del hombre--- no puede detener y en muchas ocasiones predecir con anterioridad estos desastres.
Incrédulos vemos por las pantallas del televisor el horror de estas devastaciones y aún más; nos paraliza la impotencia de ser solamente espectadores a la angustia de cuerpos sangrando bajo escombros de cemento y hierro retorcido, bañados con polvo gris y al posible abandono de una cruel desolación.
A veces siento rebeldía del por qué a los seres que están más vulnerables les suceden estas desgracias; por qué la naturaleza castiga a los países desvalidos y con ello a sus habitantes que aparentemente su riqueza es "la pobreza".
No se puede describir con palabras lo que ahora los habitantes de Haití están viviendo en este momento, las calles de Puerto Príncipe pueden compararse a un campo de batalla en el cual los combatientes son desiguales en fuerza y poder; ¿Cómo se defiende el hombre contra los efectos de la naturaleza?
La pobreza en ese país brilla por doquier, sin embargo su riqueza está en el esplendor de sus paisajes, la alegría de su gente y la sonrisa de niños inocentes correteando por las calles, ajenos a lo que les espera en un futuro.
Puerto Príncipe ha quedado en una ruina total, ahora es la tumba de muchos de los que nunca sabremos sus nombres, desconocidos que en un determinado momento compartieron su último suspiro. Compañeros fueron de la desventura creada por el poder de la naturaleza, volaron juntos hacia el cielo entre nubes polvorientas y salpicadas de sangre.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Enero 13, 2010
Hace pocos años atrás terminamos un año con el grandioso desastre de un tsunami, hoy al principio de este nuevo año, la naturaleza nos demuestra una vez más su poder; un poder que hasta el día de hoy, ---por más avances que tenga el conocimiento del hombre--- no puede detener y en muchas ocasiones predecir con anterioridad estos desastres.
Incrédulos vemos por las pantallas del televisor el horror de estas devastaciones y aún más; nos paraliza la impotencia de ser solamente espectadores a la angustia de cuerpos sangrando bajo escombros de cemento y hierro retorcido, bañados con polvo gris y al posible abandono de una cruel desolación.
A veces siento rebeldía del por qué a los seres que están más vulnerables les suceden estas desgracias; por qué la naturaleza castiga a los países desvalidos y con ello a sus habitantes que aparentemente su riqueza es "la pobreza".
No se puede describir con palabras lo que ahora los habitantes de Haití están viviendo en este momento, las calles de Puerto Príncipe pueden compararse a un campo de batalla en el cual los combatientes son desiguales en fuerza y poder; ¿Cómo se defiende el hombre contra los efectos de la naturaleza?
La pobreza en ese país brilla por doquier, sin embargo su riqueza está en el esplendor de sus paisajes, la alegría de su gente y la sonrisa de niños inocentes correteando por las calles, ajenos a lo que les espera en un futuro.
Puerto Príncipe ha quedado en una ruina total, ahora es la tumba de muchos de los que nunca sabremos sus nombres, desconocidos que en un determinado momento compartieron su último suspiro. Compañeros fueron de la desventura creada por el poder de la naturaleza, volaron juntos hacia el cielo entre nubes polvorientas y salpicadas de sangre.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Enero 13, 2010
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