MONTAÑA
Siempre he admirado una montaña por ser para mí una elevación natural de tierra que no se sabe ni cuándo o cómo se formó; sin embargo hoy veo por medio de mi pantalla televisora, que en el suelo Haitiano una montaña se está formando de cadáveres de personas que fueron abuelos, padres, hijos, hermanos, etc.; seres humanos que merecieran una santa sepultura, sin mencionar el hecho de que se supiera sus nombres para dar respuesta a tantas otras personas que buscan a sus seres queridos entre los escombros.
¿Cómo es posible que en el siglo 21 todavía hay en el mundo seres humanos que además de ser los más pobres de entre los pobres, todavía al final de su existencia, tengan que ser sepultados sin nombre y en una fosa común? No entiendo esta ecuación!
La desesperación se adueña de muchos que no se sabe si para su bien han sobrevivido a esta tragedia, el sufrimiento de los heridos que esperan de alguna manera ser aliviados de su dolor se junta quizá con los otros tantos que siguen enterrados en vida y con pocas esperanzas de ser rescatados.
A veces sucede un milagro y alguna que otra persona es sacada de los escombros; ¿Cómo han podido sobrevivir por tres días en la oscuridad y rodeado de un cuadro imposible de describir? Posiblemente se comprueba una vez más que la fe junto con la esperanza no deben perderse jamás. DONDE HAY FE HAY ESPERANZA.
Desearía de todo corazón que la catástrofe de Haití llamara la atención mundial; que los hombres que tienen en la mano UN PODER ECONOMICO, reconocieran que se gastan fortunas en guerras absurdas, que compran armamento innecesario para una invasión imaginaria, etc.; por qué no usar un poco de esa abundancia y exceso de riqueza para invertir ---aunque sea una mínima parte--- moral y económicamente en aliviar la extrema pobreza que siempre ha imperado en ese pueblo. Podríamos decir que Haití ha sido un pueblo olvidado por el resto del mundo, falto de lo más mínimo, azotado muchas veces por huracanes y sin blasfemar diría: dejado de la mano de Dios.
Todo se puede hacer si hay voluntad y creatividad para ponerlo en práctica. Desafortunadamente la caridad y ayuda espiritual tiene que ser reforzada por la ayuda económica.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Enero 15, 2010
Siempre he admirado una montaña por ser para mí una elevación natural de tierra que no se sabe ni cuándo o cómo se formó; sin embargo hoy veo por medio de mi pantalla televisora, que en el suelo Haitiano una montaña se está formando de cadáveres de personas que fueron abuelos, padres, hijos, hermanos, etc.; seres humanos que merecieran una santa sepultura, sin mencionar el hecho de que se supiera sus nombres para dar respuesta a tantas otras personas que buscan a sus seres queridos entre los escombros.
¿Cómo es posible que en el siglo 21 todavía hay en el mundo seres humanos que además de ser los más pobres de entre los pobres, todavía al final de su existencia, tengan que ser sepultados sin nombre y en una fosa común? No entiendo esta ecuación!
La desesperación se adueña de muchos que no se sabe si para su bien han sobrevivido a esta tragedia, el sufrimiento de los heridos que esperan de alguna manera ser aliviados de su dolor se junta quizá con los otros tantos que siguen enterrados en vida y con pocas esperanzas de ser rescatados.
A veces sucede un milagro y alguna que otra persona es sacada de los escombros; ¿Cómo han podido sobrevivir por tres días en la oscuridad y rodeado de un cuadro imposible de describir? Posiblemente se comprueba una vez más que la fe junto con la esperanza no deben perderse jamás. DONDE HAY FE HAY ESPERANZA.
Desearía de todo corazón que la catástrofe de Haití llamara la atención mundial; que los hombres que tienen en la mano UN PODER ECONOMICO, reconocieran que se gastan fortunas en guerras absurdas, que compran armamento innecesario para una invasión imaginaria, etc.; por qué no usar un poco de esa abundancia y exceso de riqueza para invertir ---aunque sea una mínima parte--- moral y económicamente en aliviar la extrema pobreza que siempre ha imperado en ese pueblo. Podríamos decir que Haití ha sido un pueblo olvidado por el resto del mundo, falto de lo más mínimo, azotado muchas veces por huracanes y sin blasfemar diría: dejado de la mano de Dios.
Todo se puede hacer si hay voluntad y creatividad para ponerlo en práctica. Desafortunadamente la caridad y ayuda espiritual tiene que ser reforzada por la ayuda económica.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Enero 15, 2010
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