Hoy he visto a varios de mis amigos, y en nuestro encuentro lo primero que nos preguntamos fue: ¿Estamos envejeciendo? ¡Nooooooooooo!!! Dijo la mayoría de ellos, lo que estamos es rejuveneciéndonos con sabiduría que dan los años vividos; alimentamos la mente con recuerdos de experiencias positivas y rejuvenecemos con la ternura y calor de nuestra familia.
Dijo uno de ellos, mira a tu alrededor, ¿Qué ves? Preguntó. Y sin que esperara una respuesta de nosotros, él mismo se contestó con alguna y otra pregunta más…, Mira la alegría a tu alrededor, mira cuanta cara sonriente, mira los chiquillos que corren de un lado a otro, mira a tus amigos de antaño; esos, que están contigo en las buenas y en las malas…, ¡nooooo! Dijo otra vez, no estamos envejeciendo, solamente estamos creciendo y acumulado años en nuestro cuerpo.
Y yo añadí, realmente los años van pasando y marcando su huella; marcan la huella de una enfermedad, la huella de un sufrimiento y hasta la alegría va dejando marcas en nuestra cara, esa sonrisa que es tan bella, pero que no deja de marcar una arruguita en nuestra piel.
Envejecer no es estar envejeciendo, por el contrario, envejecer es estar creciendo con dignidad y elegancia, es volver a vivir una segunda juventud; una juventud con la experiencia y sabiduría del viejo; ese viejo que muchos critican por sus canas blancas; ese viejo que muchos desprecian por su cuerpo encorvado y por su caminar lento.
Y así se pasó la tarde con un sol perezoso que se iba y venía; empezó a oscurecer, pero nadie quería despedirse, nadie quería romper la magia del encuentro, parecía que se había estancado el tiempo y yo me dije, que rico es llegar a esta época, en que el reloj no marca nuestras vidas, nosotros marcamos sus horas…, y esta tarde lo hemos comprobado.
Fue una tarde maravillosa. Creo que he aprendido una buena lección y es que cuando existe una buena y sana amistad; no importa que el tiempo y la distancia nos hagan perder el contacto entre nosotros. Cuando esa amistad existe, no importa que pasen los años y nos volvamos viejos; esa amistad estará por siempre, ya que nos es necesario vernos todos los días, esa amistad la llevamos en nuestro corazón, y el corazón siempre estará con nosotros hasta el día que deje de latir.
Reunión de viejos amigos
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Abril 03, 2007
Dijo uno de ellos, mira a tu alrededor, ¿Qué ves? Preguntó. Y sin que esperara una respuesta de nosotros, él mismo se contestó con alguna y otra pregunta más…, Mira la alegría a tu alrededor, mira cuanta cara sonriente, mira los chiquillos que corren de un lado a otro, mira a tus amigos de antaño; esos, que están contigo en las buenas y en las malas…, ¡nooooo! Dijo otra vez, no estamos envejeciendo, solamente estamos creciendo y acumulado años en nuestro cuerpo.
Y yo añadí, realmente los años van pasando y marcando su huella; marcan la huella de una enfermedad, la huella de un sufrimiento y hasta la alegría va dejando marcas en nuestra cara, esa sonrisa que es tan bella, pero que no deja de marcar una arruguita en nuestra piel.
Envejecer no es estar envejeciendo, por el contrario, envejecer es estar creciendo con dignidad y elegancia, es volver a vivir una segunda juventud; una juventud con la experiencia y sabiduría del viejo; ese viejo que muchos critican por sus canas blancas; ese viejo que muchos desprecian por su cuerpo encorvado y por su caminar lento.
Y así se pasó la tarde con un sol perezoso que se iba y venía; empezó a oscurecer, pero nadie quería despedirse, nadie quería romper la magia del encuentro, parecía que se había estancado el tiempo y yo me dije, que rico es llegar a esta época, en que el reloj no marca nuestras vidas, nosotros marcamos sus horas…, y esta tarde lo hemos comprobado.
Fue una tarde maravillosa. Creo que he aprendido una buena lección y es que cuando existe una buena y sana amistad; no importa que el tiempo y la distancia nos hagan perder el contacto entre nosotros. Cuando esa amistad existe, no importa que pasen los años y nos volvamos viejos; esa amistad estará por siempre, ya que nos es necesario vernos todos los días, esa amistad la llevamos en nuestro corazón, y el corazón siempre estará con nosotros hasta el día que deje de latir.
Reunión de viejos amigos
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Abril 03, 2007
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