A veces me siento que me asfixio, necesito espacio para respirar, necesito algo que motive mi vida para seguir, pero la pregunta es:
¿Qué es lo que me asfixia? ¿Por qué siento esta sensación?
Es lógico que el permanecer en un mismo lugar haciendo lo mismo, a veces no solamente nos asfixia, también nos aburre. ¿Cómo puedo solucionarlo? La respuesta es muy simple: necesito trasplantarme a otro lugar y empezar ha crear cosas nuevas, cosas que motiven nuevamente mi espíritu.
¿Te haz fijado en las plantas que tienes en tu casa? A veces por más que riegues una planta, que reciba suficiente luz, que no tiene ni mucho frío ni mucho calor…, y sin embargo, la planta empieza a decaer, sus hojas se caen, su color es amarillento, su tallo va haciéndose café. Observa la parte inferior de la vasija donde la tienes plantada; mirarás que por el orificio del drenaje de esa vasija, unas raíces blancas están tratando de salir, están tratando de huir de la vasija; se están asfixiando y necesitan respirar. Esa planta necesita ser transplantada. La vasija se ha convertido en un erial.
Cuando nos sentimos marchitas, cansadas antes de empezar nuestro día. Cuando los sueños ya no lo son. Cuando ya casi nada nos causa alegría, se nos ha olvidado reír. Cuando vamos perdiendo nuestras ilusiones. Cuando esto ocurre, es señal que nos estamos asfixiando. Tenemos que desprendernos suavemente de la tierra que rodea nuestro corazón, encontrar algo que estimule nuestra imaginación, que nos vuelva hacer hablar, que acelere nuestro pulso y sobre todo, que nos haga sonreír.
Al igual que las plantas, nosotras también necesitamos transplantarnos, nuestras raíces han crecido, se asfixian en el mismo lugar y ahora necesitan un espacio más grande para poder respirar. Pero, ¿A dónde buscarlo? ¿Cuándo es el tiempo indicado? Transplantarnos no es romper con todas las raíces, cambiar totalmente de vestuario o regresar a la escuela por una nueva profesión; por lo tanto tenemos que analizar y empezar un transplante a nuestro ritmo. Hay que separar las raíces cuidadosamente.
Miro la raíz de una planta y la comparo con mi alma, el tallo con mi cuerpo y la hoja con mi mente; ;---- Raíz, Tallo y Hoja= Alma, Cuerpo y Mente---, las tres en una.
Un grano para el molino
BriznaDpaz
Abril 09, 2006
¿Qué es lo que me asfixia? ¿Por qué siento esta sensación?
Es lógico que el permanecer en un mismo lugar haciendo lo mismo, a veces no solamente nos asfixia, también nos aburre. ¿Cómo puedo solucionarlo? La respuesta es muy simple: necesito trasplantarme a otro lugar y empezar ha crear cosas nuevas, cosas que motiven nuevamente mi espíritu.
¿Te haz fijado en las plantas que tienes en tu casa? A veces por más que riegues una planta, que reciba suficiente luz, que no tiene ni mucho frío ni mucho calor…, y sin embargo, la planta empieza a decaer, sus hojas se caen, su color es amarillento, su tallo va haciéndose café. Observa la parte inferior de la vasija donde la tienes plantada; mirarás que por el orificio del drenaje de esa vasija, unas raíces blancas están tratando de salir, están tratando de huir de la vasija; se están asfixiando y necesitan respirar. Esa planta necesita ser transplantada. La vasija se ha convertido en un erial.
Cuando nos sentimos marchitas, cansadas antes de empezar nuestro día. Cuando los sueños ya no lo son. Cuando ya casi nada nos causa alegría, se nos ha olvidado reír. Cuando vamos perdiendo nuestras ilusiones. Cuando esto ocurre, es señal que nos estamos asfixiando. Tenemos que desprendernos suavemente de la tierra que rodea nuestro corazón, encontrar algo que estimule nuestra imaginación, que nos vuelva hacer hablar, que acelere nuestro pulso y sobre todo, que nos haga sonreír.
Al igual que las plantas, nosotras también necesitamos transplantarnos, nuestras raíces han crecido, se asfixian en el mismo lugar y ahora necesitan un espacio más grande para poder respirar. Pero, ¿A dónde buscarlo? ¿Cuándo es el tiempo indicado? Transplantarnos no es romper con todas las raíces, cambiar totalmente de vestuario o regresar a la escuela por una nueva profesión; por lo tanto tenemos que analizar y empezar un transplante a nuestro ritmo. Hay que separar las raíces cuidadosamente.
Miro la raíz de una planta y la comparo con mi alma, el tallo con mi cuerpo y la hoja con mi mente; ;---- Raíz, Tallo y Hoja= Alma, Cuerpo y Mente---, las tres en una.
Un grano para el molino
BriznaDpaz
Abril 09, 2006
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