SENCILLEZ
A veces miramos un objeto sencillo y tratamos de ponerle adornos que pensamos se necesitan para que ese objeto parezca bello y más atractivo a nuestros ojos; sin embargo no pensamos que en muchas ocasiones la belleza está en la sencillez y no en la extravagancia de los adornos.
Si dedico unos momentos a examinar un objeto, es posible que pensando en lo bello que es la sencillez, empezaría a quitarle poco a poco adornos que no necesita y así, la autenticidad del objeto comenzaría a manifestarse.
Una mujer al igual que ese objeto en ocasiones pierde el “ auténtico yo”, cuando pone muchos adornos en el cuerpo y mucha pintura en su rostro, escondiendo con ello su propia autenticidad. No quiero decir que no cuidemos nuestra apariencia personal, cuidarla es primordial para la vanidad de nosotras las mujeres, ya que desafortunadamente el mundo en que vivimos exige en la mayoría de los casos una buena presentación.
Cuidando en no exagerar nuestro arreglo personal con adornos o pintura extravagante, encontraremos que nuestra belleza está en la sencillez y más que todo, nos descubriremos a nosotras mismas, se presentará ante nuestros ojos, esa mujer que se escondía detrás de esa muralla llena de maquillaje, pintura y adornos tan innecesarios para resaltar su belleza.
No creo en la mujer perfectamente bella, como en que haya una mujer realmente fea y sin ningún atractivo, como dice el refrán: “ no hay bonito sin su defecto como feo sin su gracia”; por lo tanto las que no somos tan agraciadas, no tratemos de querer hacernos bellas con un exceso de adornos, es posible que sin ellos, las menos agraciadas resaltemos la belleza con la sencillez, y las bellas tratando de esconder algún defecto, lleguen a verse menos atractivas por la exageración de su arreglo.
He llegado a la conclusión que cuando se es joven, no importa lo que nos pongamos, podemos pasar desapercibidas; pero cuando los años van avanzando y llegamos a cierta edad, si nos descuidamos.., podemos traspasar la línea de la ridiculez.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Marzo 29, 2009
A veces miramos un objeto sencillo y tratamos de ponerle adornos que pensamos se necesitan para que ese objeto parezca bello y más atractivo a nuestros ojos; sin embargo no pensamos que en muchas ocasiones la belleza está en la sencillez y no en la extravagancia de los adornos.
Si dedico unos momentos a examinar un objeto, es posible que pensando en lo bello que es la sencillez, empezaría a quitarle poco a poco adornos que no necesita y así, la autenticidad del objeto comenzaría a manifestarse.
Una mujer al igual que ese objeto en ocasiones pierde el “ auténtico yo”, cuando pone muchos adornos en el cuerpo y mucha pintura en su rostro, escondiendo con ello su propia autenticidad. No quiero decir que no cuidemos nuestra apariencia personal, cuidarla es primordial para la vanidad de nosotras las mujeres, ya que desafortunadamente el mundo en que vivimos exige en la mayoría de los casos una buena presentación.
Cuidando en no exagerar nuestro arreglo personal con adornos o pintura extravagante, encontraremos que nuestra belleza está en la sencillez y más que todo, nos descubriremos a nosotras mismas, se presentará ante nuestros ojos, esa mujer que se escondía detrás de esa muralla llena de maquillaje, pintura y adornos tan innecesarios para resaltar su belleza.
No creo en la mujer perfectamente bella, como en que haya una mujer realmente fea y sin ningún atractivo, como dice el refrán: “ no hay bonito sin su defecto como feo sin su gracia”; por lo tanto las que no somos tan agraciadas, no tratemos de querer hacernos bellas con un exceso de adornos, es posible que sin ellos, las menos agraciadas resaltemos la belleza con la sencillez, y las bellas tratando de esconder algún defecto, lleguen a verse menos atractivas por la exageración de su arreglo.
He llegado a la conclusión que cuando se es joven, no importa lo que nos pongamos, podemos pasar desapercibidas; pero cuando los años van avanzando y llegamos a cierta edad, si nos descuidamos.., podemos traspasar la línea de la ridiculez.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Marzo 29, 2009
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