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Es el primer día apacible de Marzo.
Cada instante más grato que el precedente…
Y en el aire flota una bendición…
(William Wordsworth)
Creo que debería haber dejado estas palabras el día primero de Marzo, pero nunca es tarde, y aunque hoy es el día 7 de Marzo, las palabras van a ser las mismas, aunque mi reflexión será otra.
Marzo llega, viene suspirando y muriendo el Invierno, ya se empiezan a escuchar los primeros susurros de Primavera.
Al igual que la naturaleza, nuestros sentidos empiezan a despertar del sueño del invierno. Los árboles que antes parecían desnudos, ahora, en sus ramas se ven retoños como gotitas verdes de menta.
¿Las flores?
Especialmente las rosas, empiezan a querer abrirse a la luz del sol.
¿Y nuestra mente?
Es tiempo de renovación, es tiempo de remover la tierra de nuestro jardín interior, es tiempo de remover rencores, fertilizar nuestro espíritu con bondad y sembrar nuevas semillas de esperanza. Sin embargo esto no lo podemos hacer sin necesidad de ayuda de otros, pues no importa cual fuese nuestra intención, todo depende de la tierra en que sembremos.
Si la tierra es fértil, nuestra primavera será brillante y colorida. Habrá sonrisas y nuestro entorno será agradable, ameno y feliz.
Pero si la tierra es árida, nuestra primavera se convertirá en un desierto, con arena seca y áspera; seguiremos con la amargura que no nos permite ser agradables y vivir en paz.
Decidamos pues remover la tierra de nuestro jardín, qué importa el resultado, por lo menos nuestra intención fue buena y honesta.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Marzo 07, 2007
Cada instante más grato que el precedente…
Y en el aire flota una bendición…
(William Wordsworth)
Creo que debería haber dejado estas palabras el día primero de Marzo, pero nunca es tarde, y aunque hoy es el día 7 de Marzo, las palabras van a ser las mismas, aunque mi reflexión será otra.
Marzo llega, viene suspirando y muriendo el Invierno, ya se empiezan a escuchar los primeros susurros de Primavera.
Al igual que la naturaleza, nuestros sentidos empiezan a despertar del sueño del invierno. Los árboles que antes parecían desnudos, ahora, en sus ramas se ven retoños como gotitas verdes de menta.
¿Las flores?
Especialmente las rosas, empiezan a querer abrirse a la luz del sol.
¿Y nuestra mente?
Es tiempo de renovación, es tiempo de remover la tierra de nuestro jardín interior, es tiempo de remover rencores, fertilizar nuestro espíritu con bondad y sembrar nuevas semillas de esperanza. Sin embargo esto no lo podemos hacer sin necesidad de ayuda de otros, pues no importa cual fuese nuestra intención, todo depende de la tierra en que sembremos.
Si la tierra es fértil, nuestra primavera será brillante y colorida. Habrá sonrisas y nuestro entorno será agradable, ameno y feliz.
Pero si la tierra es árida, nuestra primavera se convertirá en un desierto, con arena seca y áspera; seguiremos con la amargura que no nos permite ser agradables y vivir en paz.
Decidamos pues remover la tierra de nuestro jardín, qué importa el resultado, por lo menos nuestra intención fue buena y honesta.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Marzo 07, 2007
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