¿Quién será aquel que no ha cometido un error?
¿Quién es aquel que todavía sigue negando haberlo cometido?
No podemos corregir nuestros errores si no admitimos haberlos cometido. Errar es común entre los humanos, muchos de nosotros cometemos errores y pocos somos los que los admitimos.
No siempre es fácil hacernos responsables de algo que íntimamente no estamos orgullos de haberlo hecho o dicho; sin embargo consumimos más energías en seguir negando nuestro error, que en admitir que lo hemos cometido.
Admitir y dejar de negar pone un alto a esa energía negativa que ha creado nuestra negación. Nos pone en contacto con la realidad, nos devuelve nuestra honestidad e integridad, y nos da la oportunidad de reanudar el trabajo de reparación, ya que no solamente se necesita admitir el error, sino que también éste, si lo amerita, tiene que ser corregido.
Somos muchos los que tenemos miedo e incomodidad de admitir que hemos errado, somos muchos los que vamos mintiéndonos y dejando de vivir con esa tranquilidad que nos da la paz interior.
Hay errores que se cometen y nuestra equivocación termina dándonos un beneficio del cual nosotros no teníamos ni la menor idea de cómo conseguirlo, y me pregunto:
¿Qué hago con esos errores?
¿Admito el error y me alegro de haberlo cometido?
---es posible que algunos errores no nos convengan corregirlos---
yo no sé que voy ha hacer cuando descubra algunos de esos errores.
Resumiendo, voy a tratar de hacer un balance de mis errores, trataré de admitir los que se necesite admitir, corregiré los que necesiten ser corregidos. Voy ha ser responsable de mis actos, quiero vivir con la libertad que da, la honestidad e integridad.
“Voy a ponerme en contacto con la realidad”.
Un grano para mi molino
BriznaDpaz
Septiembre 10, 2006
¿Quién es aquel que todavía sigue negando haberlo cometido?
No podemos corregir nuestros errores si no admitimos haberlos cometido. Errar es común entre los humanos, muchos de nosotros cometemos errores y pocos somos los que los admitimos.
No siempre es fácil hacernos responsables de algo que íntimamente no estamos orgullos de haberlo hecho o dicho; sin embargo consumimos más energías en seguir negando nuestro error, que en admitir que lo hemos cometido.
Admitir y dejar de negar pone un alto a esa energía negativa que ha creado nuestra negación. Nos pone en contacto con la realidad, nos devuelve nuestra honestidad e integridad, y nos da la oportunidad de reanudar el trabajo de reparación, ya que no solamente se necesita admitir el error, sino que también éste, si lo amerita, tiene que ser corregido.
Somos muchos los que tenemos miedo e incomodidad de admitir que hemos errado, somos muchos los que vamos mintiéndonos y dejando de vivir con esa tranquilidad que nos da la paz interior.
Hay errores que se cometen y nuestra equivocación termina dándonos un beneficio del cual nosotros no teníamos ni la menor idea de cómo conseguirlo, y me pregunto:
¿Qué hago con esos errores?
¿Admito el error y me alegro de haberlo cometido?
---es posible que algunos errores no nos convengan corregirlos---
yo no sé que voy ha hacer cuando descubra algunos de esos errores.
Resumiendo, voy a tratar de hacer un balance de mis errores, trataré de admitir los que se necesite admitir, corregiré los que necesiten ser corregidos. Voy ha ser responsable de mis actos, quiero vivir con la libertad que da, la honestidad e integridad.
“Voy a ponerme en contacto con la realidad”.
Un grano para mi molino
BriznaDpaz
Septiembre 10, 2006
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