Cuando abandonamos algo o a alguien, creemos que estamos admitiendo una equivocación o una derrota, pero en realidad yo creo que es todo lo contrario. Abandonar puede también ser sinónimo de renunciación o de cambio.
A veces cuando abandonamos o renunciamos es cuando simplemente estamos conscientes de que ya no podemos avanzar más, que nuestras fuerzas o limitaciones han llegado a un nivel del cual, si avanzamos, podríamos caer en un error del cual después nos arrepentiríamos. Es por eso que la razón nos aconseja que saltemos de la cuerda floja, que necesitamos un cambio y que es hora de empezar de nuevo.
Abandonar es renunciar a una angustia, abandonar es buscar un cambio.
Abandonar y renunciar puede tener una connotación positiva y no negativa.
Abandonar no es estar derrotado, sencillamente es estar dejando algunas preocupaciones, es estar dispuesto al cambio, es renunciar a la necesidad de seguir esforzándonos más de lo que podemos hacer o tolerar, es poner un alto y saber esperar de nuevo el momento apropiado, para retomar el camino.
Abandonar no es una vergüenza, por el contrario, es una señal de nuestra sabiduría de saber conocer nuestros límites, es el reconocer cuando es tiempo de esforzarnos por el logro de un objetivo y cuando es mejor conservar energías.
Hoy he decidido abandonar un saco medio vacío que he llevado sobre mis hombros por mucho tiempo, no creo que esto sea una derrota, por el contrario creo que mi decisión es acertada. Voy a renunciar a la idea de llenar ese saco, ha consumido muchas de mis energías y es tiempo de que la sensatez prevalezca; es tiempo de descansar y recobrar mis energías. El tiempo me dirá cuando retomo el camino.
Un grano para mi molino
BriznaDpaz
September 18, 2006
A veces cuando abandonamos o renunciamos es cuando simplemente estamos conscientes de que ya no podemos avanzar más, que nuestras fuerzas o limitaciones han llegado a un nivel del cual, si avanzamos, podríamos caer en un error del cual después nos arrepentiríamos. Es por eso que la razón nos aconseja que saltemos de la cuerda floja, que necesitamos un cambio y que es hora de empezar de nuevo.
Abandonar es renunciar a una angustia, abandonar es buscar un cambio.
Abandonar y renunciar puede tener una connotación positiva y no negativa.
Abandonar no es estar derrotado, sencillamente es estar dejando algunas preocupaciones, es estar dispuesto al cambio, es renunciar a la necesidad de seguir esforzándonos más de lo que podemos hacer o tolerar, es poner un alto y saber esperar de nuevo el momento apropiado, para retomar el camino.
Abandonar no es una vergüenza, por el contrario, es una señal de nuestra sabiduría de saber conocer nuestros límites, es el reconocer cuando es tiempo de esforzarnos por el logro de un objetivo y cuando es mejor conservar energías.
Hoy he decidido abandonar un saco medio vacío que he llevado sobre mis hombros por mucho tiempo, no creo que esto sea una derrota, por el contrario creo que mi decisión es acertada. Voy a renunciar a la idea de llenar ese saco, ha consumido muchas de mis energías y es tiempo de que la sensatez prevalezca; es tiempo de descansar y recobrar mis energías. El tiempo me dirá cuando retomo el camino.
Un grano para mi molino
BriznaDpaz
September 18, 2006
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