.jpg)
MORIRSE DE SED
¿Haz sentido alguna vez que te mueres de sed?
Bien, en tiempo de verano solemos decir muy seguido: “me muero de sed”, cuando los ardientes rayos del sol nos queman hasta las entrañas; pero, ¿Sentimos la misma sensación de sed, en tiempo de invierno? Creo que si.
La sensación de sed no solamente se puede experimentar físicamente; moral y espiritualmente, nuestro corazón varias veces, --- y por qué no decir muchas--- se muere de sed: “sed de felicidad”.
Sentimos ahogarnos en un río que no nos alcanza a cubrir ni la mitad de nuestras rodillas, nos sentimos vacías y con un anhelo de tener un no sé qué, sentimos una insaciable sed. Hoy me propuse averiguar el por qué a veces siento esas sensaciones.
En nuestro vivir cotidiano no nos damos cuenta de lo mucho que poseemos, no valoramos la amistad, la familia y la naturaleza que nos rodea. En otras palabras, no tomamos conciencia de nuestra vida si no, hasta que sentimos que el agua nos llega hasta el cuello.
Hoy he decido tomar conciencia de mi vida y obsequiarme yo misma ese regalo de Año Nuevo; voy a saciarme plenamente de lo bueno que hay en mi existencia, voy a bañarme de felicidad con lo poco o mucho que poseo, voy a confiar nuevamente en la amistad y…, voy hacer derroche del optimismo, la paciencia y la tolerancia.
No quiero ahogarme en el río de la inconsciencia.
Un grano para el molino
¿Haz sentido alguna vez que te mueres de sed?
Bien, en tiempo de verano solemos decir muy seguido: “me muero de sed”, cuando los ardientes rayos del sol nos queman hasta las entrañas; pero, ¿Sentimos la misma sensación de sed, en tiempo de invierno? Creo que si.
La sensación de sed no solamente se puede experimentar físicamente; moral y espiritualmente, nuestro corazón varias veces, --- y por qué no decir muchas--- se muere de sed: “sed de felicidad”.
Sentimos ahogarnos en un río que no nos alcanza a cubrir ni la mitad de nuestras rodillas, nos sentimos vacías y con un anhelo de tener un no sé qué, sentimos una insaciable sed. Hoy me propuse averiguar el por qué a veces siento esas sensaciones.
En nuestro vivir cotidiano no nos damos cuenta de lo mucho que poseemos, no valoramos la amistad, la familia y la naturaleza que nos rodea. En otras palabras, no tomamos conciencia de nuestra vida si no, hasta que sentimos que el agua nos llega hasta el cuello.
Hoy he decido tomar conciencia de mi vida y obsequiarme yo misma ese regalo de Año Nuevo; voy a saciarme plenamente de lo bueno que hay en mi existencia, voy a bañarme de felicidad con lo poco o mucho que poseo, voy a confiar nuevamente en la amistad y…, voy hacer derroche del optimismo, la paciencia y la tolerancia.
No quiero ahogarme en el río de la inconsciencia.
Un grano para el molino
BriznaDpaz (Autor)
Enero 15, 2008
Enero 15, 2008
No hay comentarios.:
Publicar un comentario