la perfección
Quién no quisiera ser perfecto, quién no quisiera que todo lo que hace fuera perfecto; pero, ¿Hay algo que sea cien por ciento perfecto, existe "la perfección"? Creo que no hay nada, ninguna cosa o alguien, que sea perfecto. A mí me parece que la perfección es un espejismo que nos lleva a una adicción de querer hacer un trabajo que no solamente nos consume el tiempo, si no que nos quema varias células del cerebro.
Estoy de acuerdo que cuando tenemos un proyecto, tratemos de hacerlo de la mejor manera que podamos, sin pretender que éste nos quede perfecto. Un ejemplo es el de los inventores, cuando inician una idea, poco a poco la van haciendo funcionar hasta que la hacen trabajar; pero, ¿Acaso no con el correr de los años vienen otros y le van haciendo cambios y cambios para hacerla más efectiva? Eso quiere decir que el invento que un día pareció "perfecto", tenía muchas imperfecciones que han tenido que ir corrigiendo con el pasar del tiempo.
Cuando yo era más joven tenía un terrible defecto: quería hacer todo a la perfección; ahora comprendo que fui muy ilusa al pensar que la perfección existía. A veces mis amigos me llamaban "Doña Perfecta" por el hecho que nunca estaba satisfecha con mi trabajo y me pasaba horas ---que ahora lamento haber perdido---- en tratar de llegar a la perfección. Lo único que si aprendí es el de tratar de hacer las cosas bien, tomar el tiempo necesario en hacerlas pero sin llegar a la obsesión de que estén "perfectas".
Nosotros las mujeres somos bastante o mejor dicho queremos ser perfeccionistas, especialmente si a nuestra apariencia nos referimos. Viendo las revistas, contemplando videos y viendo en la pantalla grande a mujeres que a la simple vista su belleza y cuerpo son perfectos; nos da la cosquillita de querer ser igual o parecernos a ellas y para eso en muchas ocasiones nos sometemos a tratamientos excesivos para bajar de peso; y no digamos nos exponemos a tener cirugías que a veces tienen un final no deseado. Aceptarnos como somos, con pocas o muchas imperfecciones requiere que tengamos una gran madurez emocional y desafortunadamente no la tenemos cuando estamos jóvenes.
Ahora cuando veo en una portada de revista a una mujer excepcionalmente bella, una habitación decorada exquisitamente o un platillo preparado por un profesional; no dejo de admirar lo que mis ojos ven, pero pienso que todo ha sido preparado con la intención de inspirarme una fantasía y que tanto la mujer, el decorador y el chef profesional; cobran una fortuna por manipular la realidad y crear la ilusión de que existe la perfección.
Cuando Dios terminó de crear el mundo dijo al final: "TODO ESTá BIEN", nunca dijo que estaba perfecto. Eso nos da para reflexionar que nada es perfecto en este mundo y por lo tanto la perfección no deja de ser una ambición y adicción que de un modo u otro nos la pasamos buscando sin nunca llegar a ella; a pesar de perder nuestra cordura y quemarnos las pestañas.
Un grano para el Molino
BriznaDpaz
Octubre 07, 2011